Esta semana tenemos dos versiones de nuestro trabajo en la clase de Filosofía: Natalia y Virginia nos dan su visión con sus correspondientes reflexiones. Esperan ansiosas vuestras educadas y, a la vez, rigurosas críticas, así como cualquier otro comentario.
Durante esta última semana nos hemos dedicado a contestar, por grupos de 4 ó 5 personas, a unas preguntas sobre la película y sobre algunos nuevos conceptos como: heteronomía, autonomía y vitalismo.
Relacionábamos la película con la manera de conseguir la felicidad. Es el ejemplo de Neil, que para ser feliz tenía que haber sido actor, pero sin embargo, su padre se lo prohíbe terminantemente; él quiere que haga la carrera de medicina. Neil termina suicidándose, víctima de la desesperación que le produce saber que, con la vida que va a tener, no va a conseguir ser feliz. El padre de Neil quiere lo mejor para su hijo, pero no se da cuenta de que lo que realmente le haría feliz sería realizar su sueño de ser actor.
Esto era lo que denominábamos “heteronomía”. La heteronomía es estar bajo las normas de algo o alguien. En la película, el Sr. Keating enseña a los niños a actuar más por sí solos, a tener más autonomía, y dejar un poco atrás la heteronomía, el estar siempre bajo las órdenes de alguien. Es el que anima a Neil a hablar con su padre para que le deje continuar con su sueño de ser actor. Tras el suicidio de Neil, por no poder cumplir su sueño, había una escena en la que el Sr. Keating se paraba ante el pupitre de Neil, que nos mostraba un sentimiento de culpa.
Durante esta semana hemos estado intentando diferenciar los términos de “responsabilidad y culpa”, algo que nos está costando trabajo asimilar por un mal uso de estos conceptos en el lenguaje cotidiano. Decíamos en un diálogo filosófico, que nos referíamos a culpa cuando teníamos la responsabilidad de algo que había salido mal, y poníamos el ejemplo de los grupos que había que hacer. Éramos responsables de mandar el e-mail al profesor en una fecha determinada. Si no lo mandábamos, al tener la responsabilidad de mandarlo, éramos culpables, ya que había salido mal. Relacionábamos la culpa con algo negativo.
Uno de los ejercicios que hacíamos, relacionado con la película, era decir las ventajas y los inconvenientes de una educación autoritaria y una educación idealista-liberal (la que defiende el Sr. Keating), y mi grupo y yo señalábamos:
• Educación autoritaria:
_Ventajas: los alumnos llegarán a ser profesionales de un nivel superior, y serán muy reconocidos social y profesionalmente.
_Inconvenientes: no será felices porque no realizarán sus sueños y actuarán siempre en función de lo que digan o hagan los demás.
• Educación idealista-liberal (defendida por el Sr. Keating):
_Ventajas: harán lo que de verdad les guste y haga felices sin pensar en lo que digan los demás (autonomía), y eso les hará felices.
_Inconvenientes: a lo mejor no llegan a ser tan reconocidos social y profesionalmente.
Este último día, hacíamos un esquema durante el diálogo filosófico que nos servía para aclarar conceptos. Decíamos que la felicidad estaba constituida por tres elementos: lo material (dinero, objetos, ropa…), lo afectivo (amor, familia, amistad…), y la libertad. Nos centrábamos en este último elemento, la libertad, y la relacionábamos con la autonomía y la voluntad (del latín “volo”). Nos acordábamos del caso de Cameron, que iba a ser banquero porque su padre quería, pero él también estaba de acuerdo. Llegamos a la conclusión de que para ser autónomo hay que tener posibilidades de elección. A lo mejor Cameron ni se había planteado hacer otra cosa en su vida.
También decíamos que la voluntad tiene unas consecuencias. Por ejemplo: tu padre te dice que a las 12 h. en casa, pero tú quieres llegar a la 1 h. Tú tienes la libertad de llegar tarde, pero eso tendrá sus consecuencias porque a lo mejor te castigan. Pensar en las consecuencias es lo que nos hace ser responsables. Y, de este modo, cuanto más libres somos más responsabilidades tenemos.
Por último relacionábamos el término “vitalismo” con “Carpe Diem” (aprovecha el momento). Decíamos que hay algunas veces que la felicidad conlleva a la infelicidad, ya que, si llegas a la hora que quieres a casa, has sido feliz porque has hecho lo que has querido, pero las consecuencias de esa felicidad te llevan a la infelicidad por el castigo que te ponen tus padres.
Personalmente, me está gustando bastante este tema, más que el que tratamos de la percepción y la realidad en la primera evaluación. Muchas cosas que estamos aprendiendo en las clases de filosofía las asocio con mi vida cotidiana y me hace pensar bastante, sobre todo en las consecuencias de lo que hago. Tenemos que pensar muy bien las cosas antes de actuar, porque las consecuencias nos pueden llevar a una infelicidad que no deseamos.
Durante esta última semana nos hemos dedicado a contestar, por grupos de 4 ó 5 personas, a unas preguntas sobre la película y sobre algunos nuevos conceptos como: heteronomía, autonomía y vitalismo.
Relacionábamos la película con la manera de conseguir la felicidad. Es el ejemplo de Neil, que para ser feliz tenía que haber sido actor, pero sin embargo, su padre se lo prohíbe terminantemente; él quiere que haga la carrera de medicina. Neil termina suicidándose, víctima de la desesperación que le produce saber que, con la vida que va a tener, no va a conseguir ser feliz. El padre de Neil quiere lo mejor para su hijo, pero no se da cuenta de que lo que realmente le haría feliz sería realizar su sueño de ser actor.
Esto era lo que denominábamos “heteronomía”. La heteronomía es estar bajo las normas de algo o alguien. En la película, el Sr. Keating enseña a los niños a actuar más por sí solos, a tener más autonomía, y dejar un poco atrás la heteronomía, el estar siempre bajo las órdenes de alguien. Es el que anima a Neil a hablar con su padre para que le deje continuar con su sueño de ser actor. Tras el suicidio de Neil, por no poder cumplir su sueño, había una escena en la que el Sr. Keating se paraba ante el pupitre de Neil, que nos mostraba un sentimiento de culpa.
Durante esta semana hemos estado intentando diferenciar los términos de “responsabilidad y culpa”, algo que nos está costando trabajo asimilar por un mal uso de estos conceptos en el lenguaje cotidiano. Decíamos en un diálogo filosófico, que nos referíamos a culpa cuando teníamos la responsabilidad de algo que había salido mal, y poníamos el ejemplo de los grupos que había que hacer. Éramos responsables de mandar el e-mail al profesor en una fecha determinada. Si no lo mandábamos, al tener la responsabilidad de mandarlo, éramos culpables, ya que había salido mal. Relacionábamos la culpa con algo negativo.
Uno de los ejercicios que hacíamos, relacionado con la película, era decir las ventajas y los inconvenientes de una educación autoritaria y una educación idealista-liberal (la que defiende el Sr. Keating), y mi grupo y yo señalábamos:
• Educación autoritaria:
_Ventajas: los alumnos llegarán a ser profesionales de un nivel superior, y serán muy reconocidos social y profesionalmente.
_Inconvenientes: no será felices porque no realizarán sus sueños y actuarán siempre en función de lo que digan o hagan los demás.
• Educación idealista-liberal (defendida por el Sr. Keating):
_Ventajas: harán lo que de verdad les guste y haga felices sin pensar en lo que digan los demás (autonomía), y eso les hará felices.
_Inconvenientes: a lo mejor no llegan a ser tan reconocidos social y profesionalmente.
Este último día, hacíamos un esquema durante el diálogo filosófico que nos servía para aclarar conceptos. Decíamos que la felicidad estaba constituida por tres elementos: lo material (dinero, objetos, ropa…), lo afectivo (amor, familia, amistad…), y la libertad. Nos centrábamos en este último elemento, la libertad, y la relacionábamos con la autonomía y la voluntad (del latín “volo”). Nos acordábamos del caso de Cameron, que iba a ser banquero porque su padre quería, pero él también estaba de acuerdo. Llegamos a la conclusión de que para ser autónomo hay que tener posibilidades de elección. A lo mejor Cameron ni se había planteado hacer otra cosa en su vida.
También decíamos que la voluntad tiene unas consecuencias. Por ejemplo: tu padre te dice que a las 12 h. en casa, pero tú quieres llegar a la 1 h. Tú tienes la libertad de llegar tarde, pero eso tendrá sus consecuencias porque a lo mejor te castigan. Pensar en las consecuencias es lo que nos hace ser responsables. Y, de este modo, cuanto más libres somos más responsabilidades tenemos.
Por último relacionábamos el término “vitalismo” con “Carpe Diem” (aprovecha el momento). Decíamos que hay algunas veces que la felicidad conlleva a la infelicidad, ya que, si llegas a la hora que quieres a casa, has sido feliz porque has hecho lo que has querido, pero las consecuencias de esa felicidad te llevan a la infelicidad por el castigo que te ponen tus padres.
Personalmente, me está gustando bastante este tema, más que el que tratamos de la percepción y la realidad en la primera evaluación. Muchas cosas que estamos aprendiendo en las clases de filosofía las asocio con mi vida cotidiana y me hace pensar bastante, sobre todo en las consecuencias de lo que hago. Tenemos que pensar muy bien las cosas antes de actuar, porque las consecuencias nos pueden llevar a una infelicidad que no deseamos.
Natalia Espín García
Esta semana en clase de filosofía hemos estado poniendo en común las cuestiones que cada grupo había contestando sobre la película que vimos anteriormente: “El Club de los poetas muertos”. De este modo pues hacíamos una especie de lluvia de ideas de los distintos grupos y las podíamos comparar con las nuestras, para así ver si pensamos lo mismo que nuestros compañeros, o conocer también que piensan ellos sobre esas cuestiones.
A lo largo de esta semana otra de las actividades que hemos realizado ha sido intentar diferenciar entre responsabilidad y culpa, de manera que pudiésemos definir ambos conceptos de manera simple. Cada compañero estuvo aportando la idea de responsabilidad que tenia, algunos llegábamos a la misma conclusión pero siempre aportábamos algo distinto.
De esta manera se asociaba la responsabilidad con el deber de las personas, para lo cual hace falta una organización, como una sensación de deber hacer algo.
La culpa según las aportaciones que hicimos tenía que ver con algo malo, un sentimiento negativo y de remordimiento por algo que hemos hecho mal o no deberíamos haber hecho.
También hemos leído tres textos que trataban sobre temas distintos. El primero habla sobre la Autonomía de la voluntad y la heteronimia según Kant, el segundo tomaba como tema el pensamiento, el idealismo y la razón, y el tercero sobre el Vitalismo como teoría filosófica.
El hecho de tener tanta dificultad para distinguir y diferenciar dos términos, concretamente entre responsabilidad y culpa me ha llevado a pensar sobre la complejidad del lenguaje humano. Es la causa de que usemos en numerosas ocasiones palabras en un contexto que quizás no es el adecuado y por eso nos resulta difícil el hecho de distinguirlo. Seguramente no pasaría lo mismo con el lenguaje visual como lo son las señales de tráfico, ya que es mucho más simple que el lenguaje verbal. Cuando tenemos delante un semáforo y sabiendo lo que simboliza cada color sabemos que quiere decir y como tenemos que actuar. Sin embargo, en el lenguaje verbal al tener tan gran diversidad de palabras y expresiones, es muy fácil sustituir la palabra correcta por otra que tiene alguna relación con ella. Esto es lo que nos dificulta el hecho de definir conceptos, y si además le añadimos el habla de cada comunidad, la situación se complica muchísimo más, hasta el punto que a veces aceptamos definiciones de una palabra que no acaba de significar eso en su mayoría.
A lo largo de esta semana otra de las actividades que hemos realizado ha sido intentar diferenciar entre responsabilidad y culpa, de manera que pudiésemos definir ambos conceptos de manera simple. Cada compañero estuvo aportando la idea de responsabilidad que tenia, algunos llegábamos a la misma conclusión pero siempre aportábamos algo distinto.
De esta manera se asociaba la responsabilidad con el deber de las personas, para lo cual hace falta una organización, como una sensación de deber hacer algo.
La culpa según las aportaciones que hicimos tenía que ver con algo malo, un sentimiento negativo y de remordimiento por algo que hemos hecho mal o no deberíamos haber hecho.
También hemos leído tres textos que trataban sobre temas distintos. El primero habla sobre la Autonomía de la voluntad y la heteronimia según Kant, el segundo tomaba como tema el pensamiento, el idealismo y la razón, y el tercero sobre el Vitalismo como teoría filosófica.
El hecho de tener tanta dificultad para distinguir y diferenciar dos términos, concretamente entre responsabilidad y culpa me ha llevado a pensar sobre la complejidad del lenguaje humano. Es la causa de que usemos en numerosas ocasiones palabras en un contexto que quizás no es el adecuado y por eso nos resulta difícil el hecho de distinguirlo. Seguramente no pasaría lo mismo con el lenguaje visual como lo son las señales de tráfico, ya que es mucho más simple que el lenguaje verbal. Cuando tenemos delante un semáforo y sabiendo lo que simboliza cada color sabemos que quiere decir y como tenemos que actuar. Sin embargo, en el lenguaje verbal al tener tan gran diversidad de palabras y expresiones, es muy fácil sustituir la palabra correcta por otra que tiene alguna relación con ella. Esto es lo que nos dificulta el hecho de definir conceptos, y si además le añadimos el habla de cada comunidad, la situación se complica muchísimo más, hasta el punto que a veces aceptamos definiciones de una palabra que no acaba de significar eso en su mayoría.
Virginia Gómez Brioso
4 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo con el trabajo de mis compañeras, me gustaría decir de que está el dicho de quien algo quiere algo le cuesta, que viene con lo que hemos estado tratando la ultima clase, es decir que por mucho que quieras no se pueden tener las dos cosas. Un ejemplo; tienes 20 euros y hay una sudadera que te gusta que cuesta ese precio, pero tus amigos van a ir de fiesta... entonces también te gustaria ir con ellos pero no se pueden tener las dos cosas. Entonces tienes que decidir por ti mismo, decisión autonoma. Por eso pienso de que hay que pensar las cosas antes de hacerlas porque te puedes arrepentir de tus hechos.
Me parece muy bueno los trabajos realizados por mis compañeras, y me parece muy bien las ventajas e incovenientes que habla natalia sobre ser autoritarios o libres, porque en la parte de ser autoritarios seremos importante, pero hay algo mas como que si no tenemos liberta no tenemos responsabilidades, y cuando no este esa persona que nos desia todo lo que teniamos que aser no sabremos actuar alomejor, por eso tenemos que tener liberta, porque hacemos lo que nos gusta, estamos contentos con nosotros mismos, y lo mas importante, que sabemos actuar por nuestra propia cuenta, vale aveces se necesita a alguien a tu lado, pero no siempre, porque sino no te realizas como persona.
Hay una cosa en el texto de natalia con la que no estoy de acuerdo, "aveces la felicidad conlleva infelicidad". Creo que no es la felicidad lo que te provoca la infelicidad, sino que tu eres feliz por unas razones y eres infeliz por otras razones, pero aunque tengan algo de relaccion van cada una por su parte, por tanto lo que te provoca la infelicidad son otra cosas; por ejemplo, lo de llegar tarde a tu casa, tu padre te a dicho a las 12 y tu llegas a la 1 y te castiga. Lo que te provoca la infelicidad es el castigo no el hecho de ser feliz por que te hayas quedao el tiempo que querias.
Respecto a lo que ha dicho Elena, en parte sí tiene razón, pero es que indirectamente, la causante de esa infelicidad es la felicidad, porque lo que ha causado el castigo ha sido el hecho que te ha dado la felicidad.
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