domingo, 14 de marzo de 2010

Legalidad y moralidad: el caso Sócrates

Señala las diferencias que existen entre la moralidad y la legalidad. Busca información sobre la vida de Sócrates y especialmente sobre el proceso de su muerte. Expón cómo se presenta el conflicto entre moralidad y legalidad en ese caso. ¿Por qué Sócrates se niega a huir? ¿Sería moralmente incorrecto desobedecer las leyes para salvar la propia vida? ¿Por qué? ¿Y si la aplicación de esas leyes es injusta? Razona tus respuestas.

1)Que la legalidad es la cualidad de lo que es legal o lo que está conforme con lo que la ley establece y la moralidad es la calidad de los actos humanos en cuya virtud los designamos como buenos o malos, la representamos normalmente con la bondad o la maldad de un acto humano.
2) Sócrates:
Nació en Atenas, Grecia, 470 a. C a 399 a C. Fue un filósofo griego considerado como uno de los más grandes tanto de la filosofía occidental como universal y como precursor de Platón y Aristóteles. Era hijo de un escultor y una comadrona, recibió una educación tradicional: literatura, música y gimnasia. Pasó la mayor parte de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle. Conversaba con la gente y después les hacía ver sus errores; es la llamada ironía socrática. Su más grande mérito fue crear la mayéutica, método inductivo que le permitía llevar a sus alumnos a la resolución de los problemas que se planteaban, por medio de hábiles preguntas cuya lógica iluminaba el entendimiento. Representa la reacción contra el relativismo y subjetivismo sofísticos, y es un singular ejemplo de unidad entre teoría y conducta, entre pensamiento y acción. Evitaba la política. Fue acusado en el 399 a. C. de despreciar a los dioses y corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo logró una escasa mayoría. Cuando, de acuerdo con la práctica legal de Atenas, Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte del tribunal proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica, enfadó tanto al jurado que éste volvió a votar a favor de la pena de muerte por una abultada mayoría. Los amigos de Sócrates planearon su huida de la prisión pero prefirió acatar la ley y murió por ello. Realmente le juzgaron porque dos de sus discípulos fueron tiranos que atentaron contra Atenas. Murió a los 70 años de edad cumpliendo su condena, se bebió una copa de tósigo suicidándose pues.
3) En esa época la legalidad no permitía despreciar a los dioses ni corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia. El actuaba bien decía lo que pensaba, no hacía nada malo, ayudaba a la gente a recapacitar sobre lo que decían, a rectificar en  sus errores, pero lo acusaron de muerte por sus actos que los consideraban malos en sus leyes, ya que hoy día no lo son.
4) Se niega a huir ya que prefirió acatar la ley y no marcharse gracias a sus amigos que lo podían ayudar a salir de allí.
5) Si o no.
6) Porque es una moralidad subjetiva, ya que actuamos según como pensemos nosotros, está condicionada por el hecho de que el acto concuerde con la conciencia propia del agente o discrepe de ella. Entonces para esa persona sería correcto actuar desobedeciendo las leyes ya que puede vivir si lo hace, pero si esa persona considera que está mal actuar desobedeciendo las leyes pues acatará su forma de pensar y morirá pues.
7) Si las leyes son injustas y esa persona lo sabe pues actuará más en su favor, es decir, desobedeciéndolas ya que salva su vida porque no está de acuerdo con esas leyes y no está dispuesto a morir por cumplir leyes injustas, si fueran justas pues pudiera ser que aceptara morir pero si encima son injustas hará lo posible por salvar su vida.
Antonio Artacho Parra

1 comentario:

rociogarcia dijo...

Me gusta esta trabajo, me ha interesado mucho por que Sócrates desobedeció las leyes, pero también las cumplió al no escapar, pero murió con honor al seguir pensando como el quería.
Rocío García Fernández