A veces cuando se nos plantean dificultades creemos que la mejor opción es huir de ese problema, situación o acto que nos incomoda. Una de las razones por la que huimos es por el miedo a equivocarnos o porque la situación de dificultad a la que nos enfrentamos nos produce dolor y tememos el vernos incapacitados para actuar de la manera correcta.
Situaciones como esas se nos presentan en la vida cotidiana muchísimas veces y en la mayoría de ellas no sabemos como reaccionar. En mi opinión tiene que ver con el uso que le damos al valor, pues pensamos que somos valientes o solo tenemos valor cuando hacemos alguna actividad que requiera un alto riesgo o cuando nos enfrentamos a conflictos con nuestros enemigos; pero no sólo se requiere de valentía en esos casos. Debemos ser valientes a la hora de resolver nuestros problemas de la manera más conveniente y que más nos beneficie, cuando una situación nos produzca dolor o nostalgia o cuando no nos veamos capaces de crear una respuesta a una pregunta muy dificultosa de responder.
Tenemos que arriesgar en nuestras decisiones siempre que la hayamos reflexionado lo suficiente aunque el hecho de haberla razonado no nos de la seguridad de que será la decisión mas certera, tenemos que sentirnos seguros de nosotros mismo.
¿Acaso el competidor de una carrera no se arriesga? ¿O el concursarte de un programa para ganar dinero?
En ambos caso el temor a equivocarse es muy grande pero no por eso se rinden y huyen, pues el hecho de arriesgar para intentar ganar es mucho mayor y requieren de tal concentración a la hora de alcanzar su objetivo que les hace evadirse de todo lo demás y sentirse seguros de si mismo. Pero si se equivocan en algo y pierden, tienen la satisfacción de haberlo intentado pues no somos perfectos y tenemos derecho a equivocarnos, pues lo importante es intentarlo no se va a lograr algo si no se intenta.
Pero tal vez el principal problema se da cuando nos enfrentamos a dilemas morales en los que la decisión requiere muchísimo acierto y reflexión para realizar lo correcto y una mal decisión da lugar a una gran perdida, es en este tipo de caso en el que hay que sacar todo el valor que tenemos porque todos y cada uno de nosotros si queremos somos capaces de tomar decisiones serias sin necesidad de huir.
Situaciones como esas se nos presentan en la vida cotidiana muchísimas veces y en la mayoría de ellas no sabemos como reaccionar. En mi opinión tiene que ver con el uso que le damos al valor, pues pensamos que somos valientes o solo tenemos valor cuando hacemos alguna actividad que requiera un alto riesgo o cuando nos enfrentamos a conflictos con nuestros enemigos; pero no sólo se requiere de valentía en esos casos. Debemos ser valientes a la hora de resolver nuestros problemas de la manera más conveniente y que más nos beneficie, cuando una situación nos produzca dolor o nostalgia o cuando no nos veamos capaces de crear una respuesta a una pregunta muy dificultosa de responder.
Tenemos que arriesgar en nuestras decisiones siempre que la hayamos reflexionado lo suficiente aunque el hecho de haberla razonado no nos de la seguridad de que será la decisión mas certera, tenemos que sentirnos seguros de nosotros mismo.
¿Acaso el competidor de una carrera no se arriesga? ¿O el concursarte de un programa para ganar dinero?
En ambos caso el temor a equivocarse es muy grande pero no por eso se rinden y huyen, pues el hecho de arriesgar para intentar ganar es mucho mayor y requieren de tal concentración a la hora de alcanzar su objetivo que les hace evadirse de todo lo demás y sentirse seguros de si mismo. Pero si se equivocan en algo y pierden, tienen la satisfacción de haberlo intentado pues no somos perfectos y tenemos derecho a equivocarnos, pues lo importante es intentarlo no se va a lograr algo si no se intenta.
Pero tal vez el principal problema se da cuando nos enfrentamos a dilemas morales en los que la decisión requiere muchísimo acierto y reflexión para realizar lo correcto y una mal decisión da lugar a una gran perdida, es en este tipo de caso en el que hay que sacar todo el valor que tenemos porque todos y cada uno de nosotros si queremos somos capaces de tomar decisiones serias sin necesidad de huir.
Una vez más gracias a todos por prestar atención a mi refelxión.
Virginia Gómez Brioso
8 comentarios:
Me parece una reflexion bastante aceptable, ya que es algo que alguna vez que otra nos afecta tambien a nosotros mismo. Yo estoy deacuerdo en el tema de que no hay que huir de los problemas, sino afrontarlos por muy dificiles que te parescan, porque sino lo intentas nunca sabras si lo podrias haber conseguido. Siempre hay que ser valientes, bueno en algunos casos tampoco hay que ser tan valientes, por ejmeplo si te vas a jugar tu dinero para comer y no tienes mas, por mucho que ganas esta la posibilidad que te quedes sin nada y es mucho peor, siempre hay que apostar pero utilizando la cabesa.
yo pienso que nosotros somos valientes todos pero solo en los casos en los que nos jugamos la vida o se la juegan gente a la que queremos lo demostramos.Si tienes una situación en la que te puedes salvar la vida por una tontería como dar poco dinero pues por dársela al que te amenaza con tu vida no lo veo cobarde si no una madurez porque no pierdes nada a cambio de algo muy importante.La cobardía sería si mo haces nada por ayudar a personas que tu amas.Pensad en lo que digo y espero que os interese.un saludo.
Raúl López Velázquez.
Me parece una buena reflexion, pero me gustaria matizar que en algunos casos no es conveniente arriesgar, porque ya se dijo anteriormente, uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde. Es cierto de que si no intentas algo siempre se te queda esa espinita clavada pero, intentarlo puedo suponer descuidar o incluso preder algo mucho mas importante, o mucho peor aun, causar mal a una persona ajena por puro egoismo de intentar algo para nosotros. Por ejemplo, como has dicho, en un concurso o un juego, si todo lo que puedas perder es tuyo y solo te va a causar mal a ti, por qué no hacerlo? pero y si al arriesgarlo piensas que ese algo que ya tienes puede ser suficiente para ayudar a tu familia o a cualquier otra persona cercana? y si por arriesgarlo haces que otra persona pierda algo? A veces en la vida hay que arriesgar pero siempre y cuando hayamos reflexionado antes, como ya dijimos en clase nuestros actos conllevan una serie de consecuencias.
Yo en la mayoría de ideas coincido con ustedes, pero opino que esto en el fondo es un problema de autoconfianza. A ver, me explico: ante una situación difícil como las que ya se han planteado aquí, como el caso del concurso. Yo creo que absolutamente todos nosotros si fuéramos a alguno de esos preferiríamos llevarnos un beneficio mayor en lugar de uno menor. Si no te sientes con confianza en tí mismo como para continuar, más vale pájaro en mano que ciento volando, pero no es tanta cuestión de valentía. Además, creo que la valentía de la que habla Raul en este caso sería más bien una insensatez
Como dice Juanlu, Raul habla de una valentia dsitinta a la que yo creo que intenta mostrar Virginia, porque es obvio que nadie va a jugarse la vida, es sensatez mas que valentia. Y no estoy de acuerdo con Juanlu en lo de que sea solo un problema de autoconfianza, porque como ya dije antes, no solo influye la confianza en uno mismo sino el valorar la necesidad que tienes, el ejemplo del concurso lo puedo completar diciendo que nocesitas el dinero para la operacion de tu hijo por ejemplo, tienes ya el dinero suficiente como para pagarla pero si aciertas una pregunta te llevas el doble, ¿que harias? yo creo que ahí por mucha confianza que se tenga, no se arriesga porque con la necesidad de una persona no se juega, y me estoy poniendo en un caso muy extremo para que se vea claramente el ejemplo.
Totalmente de acuerdo con la entrada de Virginia y los comentarios de mis compañeros. En el caso del concurso, es que está en peligro la vida de un hijo, pero asociando más este tema a la vida cotidiana, creo que siempre hay que apostar, aunque es muy difícil porque todos somos cobardes, algunos más y otros menos, pero todos tenemos muchísimo miedo a equivocarnos porque somos consecuentes. Sin embargo, creo que lo que más nos enseña en esta vida sin duda son los errores. Yo me he equivocado bastantes veces en la vida pero no me arrepiento de nada porque gracias a que me he equivocado he aprendido y con el tiempo también me he dado cuenta de que cosas que había hecho y pensaba que eran errores, en realidad no lo han sido.
Es una reflexion muy acertada frente a un tema, que en mi opinión se da en bastantes casos, y estoy de acuerdo en que siempre debemos enfrentarnos a las cosas no solo para demostrar valentía sino mas que nada para saber que a todo se le puede dar solución y que al final no es tan difícil como pensamos.
Elisa S.I.
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