En esta semana hemos tratado sobre la razón. El profesor nos ha puesto un vídeo titulado “La Discusión”. En este vídeo aparecía una pareja que discutía por algún motivo; no se sabe cuál, pues el vídeo no tenía sonido; se nos dictó las siguientes preguntas para poder comprenderlo un poco mejor:
-¿Qué hacen los protagonistas?
-¿De qué hablarán?
-¿Cuál es el motivo de la discusión?
-¿Intentarán convencer al otro?
-¿Usarán sólo razones?
-¿Recurrirán a las emociones?
La mayoría de los alumnos afirmaron que la causa de la discusión era de tipo económico, debido a la referencia al caso del corralito al final del vídeo, aunque hubo discrepancias; como que el contenido de la carta era más personal.
Se llegó a la conclusión de que el hombre estaba más relajado que la mujer, la cual hacía gestos más acusadores, momento destacado cuando él iba a pagar y ella se le adelanta.
Tras esta charla, el profesor nos dictó las siguientes preguntas para el diálogo del próximo día:
-¿Nos gusta tener razón? ¿Por qué?
-¿Por qué nos cuesta reconocer que no tenemos razón?
-¿Tener razón es lo mismo que saber algo?
-¿Cómo sabemos si tenemos razón?
-¿Todos podemos tener razón?
-¿Todas las razones son del mismo tipo; valen lo mismo?
-¿Cómo identificamos las buenas razones?
-¿Es lo mismo tener razón que estar convencido?
También realizamos un diálogo, cuyo título era: ¿Qué es tener razón?
El diálogo fue abierto por Lucas, el cual opinaba que tener razón era cuando una persona documentada puede defender su opinión. Ante este punto de vista, otro compañero, Sergio, añade que los argumentos aportados han de ser verídicos, de lo contrario no tendríamos razón.
Tras estas opiniones, se planteó una pregunta: “¿Siempre que se convence tenemos razón?”
Ante esta cuestión, surge una opinión enunciada por dos alumnos: Uno es Lucas, que afirma que no, pero que el poder de convicción puede hacer creer a la otra persona que sí la tienes.
El otro es Marta, que subraya el poder de persuasión de los grupos.
Ante estas opiniones, Rocío añadió que es posible dar la razón a la otra persona, pero no es necesario creerla.
Ante esto, se añaden dos ideas más:
-La razón no tiene que ver con la verdad, a veces es usada con la intención de convencer.
-Cuando se tiene razón, ha habido algo que te ha convencido.
Ante estas ideas, se realiza una nueva pregunta: ¿Pensamos lo que deseamos y nos lo podemos creer?
Se llega a la conclusión por parte de todo el grupo de que no está prohibido pensar en nuestros deseos, pero hay razones que limitan a nuestro pensamiento. Ante la mención en varias ocasiones de la palabra argumento, se pregunta sobre este: ¿Qué es un argumento?
Enrique dice que un argumento son ideas, mientras que Marta opina que son pruebas, en ambos casos encaminadas a convencer a alguien.
Ante esto, el profesor enuncia que un argumento es el conjunto de ideas y pruebas que sostiene algo, y que una buena razón es una demostración. Y tras esta afirmación plantea una nueva cuestión: ¿Cómo identificamos esas buenas razones?
Rocío dijo que una buena razón es cuando las pruebas que tu aportas sobre esta nunca cambian, es decir, es verdadera.
Marta opinaba que las buenas razones son las que convencen, mientras que Lucas afirmaba que son las que se apoyan en autoridades del tema.
Ante estas ideas, el profesor repuso que puede suceder que, al convencernos, nos lleguen a manipular. Añadió que las buenas razones no son las que convencen, sino las que probamos. Tras esto, volvió a plantear una pregunta: ¿Nos gusta tener razón?
Todo el grupo respondió “sí “. Sergio apoyó su respuesta afirmando que cuando tenemos razón nos sentimos superiores. Ante esto, el profesor dijo que, en ese caso, nos gustaba debido al poder que nos otorga y a la autoestima que conseguimos gracias a él.
Marta añadió que nos gustaba porque no tenías miedo a equivocarte.
Se realizó otra cuestión: ¿Cómo podemos ser poderosos a través de la razón?
Sergio opinó acertadamente que se era poderoso a través de la razón manipulando. Ante esta afirmación, se dijo que también podríamos ser nosotros los manipulados.
Reflexión: ¿Para qué sirve la Religión?
Me gustaría hablar sobre la utilidad de las religiones: ¿Para qué sirve la Religión?
En mi opinión, la religión sirve para que seamos mejores personas y nos sintamos más unidos a los demás miembros de nuestra creencia. Nos da la esperanza de un futuro mejor y la tranquilidad de saber que siempre hay alguien que nos escucha.
En las doctrinas de todas las religiones del mundo hay bastantes aspectos en común: el ser una persona entregada a los demás, el culto a un Dios (o a varios, si la Religión es politeísta). Salvo por alguna que otra excepción, ninguna de estas “normas” induce al odio. Las religiones nos dan la tranquilidad de saber que siempre hay “alguien” que vela por nosotros, y nos aseguran la existencia de una vida mejor tras la muerte, haciendo que perdamos gran parte del miedo que le tenemos.
Sara Prieto Urbán